Editorial: La charla en el infierno

El día domingo cuatro de octubre hacía eco la noticia de la llegada del comisionado de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas, con la misión de establecer bases para que se den futuras buenas relaciones entre el Estado mexicano y sus gobernados, durante las actividades marcadas, son entrevistas con el presidente del país, Enrique Peña Nieto y funcionarios de alto rango como Miguel Ángel Osorio Chong.

Entrevista con la muerte, una plática de parte de Zeid Ra’ad Al Hussein, el alto comisionado, con personas de intachable moral, que están acostumbradas a dar el carpetazo a los hechos violentos que suceden en México, esto con el afán de salir no tan embarrados al dejar sus cargos al finalizar el sexenio.

Y no es que me empeñe recordar que como Ayotzinapa o las mujeres desaparecidas del estado de México, hay miles de crímenes que están ocurriendo en las narices del gobierno y mientras nuestro presidente, se encarga de dar buenas nuevas en el continente europeo, el país que debería estar dirigiendo, se quiebra en pequeños pedazos.

¿El mexicano es consciente de ello? Al parecer los funcionarios que estarán en una amena tarde de charlas en palacio nacional, se aprovechan del lamentable hábito del mexicano de olvidar rápido y dejarse pisotear por alguien más grande.

Deseando, que la situación vaya a mejoría, leer “El principito” no le vendría mal a algunos mexicanos incluyendo a Quique.